Se sospechaba que allí pudiera haber ocurrido el asesinato. Pero el inmueble, ubicado en la Galería Sacoa, estaba vacío y abandonado.
Un departamento del centro de la ciudad fue allanado para determinar si allí se pudo haber producido el aberrante crimen del hombre cuyo cuerpo apareció descuartizado en bolsas de basura.
El fiscal Alejandro Pellegrinelli que investiga el homicidio de Luciano Manuel Provenzano (34) ordenó allanar un domicilio ubicado en el edificio de la Galería Sacoa que pertenece a un hombre mayor y que finalmente resultó en desuso.
“El departamento estaba vacío, sucio, como abandonado, y pertenecía a un hombre que tenía un vínculo con Provenzano. Fuimos con la expectativa de encontrar algún elemento pero el saldo es negativo”, confirmó Pellegrinelli a LA CAPITAL.
Por otra parte los investigadores lograron reconstruir las últimas horas en la vida de Provenzano, tanto en los lugares donde pernoctó como en aquellos en los que se lo vio poco antes de desaparecer.
Vale recordar que algunas partes del cuerpo de Provenzano aparecieron seccionadas en bolsas de residuos, sobre la vereda de una obra en construcción de Brown al 1700. El hallazgo fue efectuado por dos cartoneros el lunes 6 de noviembre y los avances en la investigación fueron escasos a raíz del peculiar modo de vida de la víctima.
Provenzano, un hombre con algunos antecedentes penales y trastornos psicóticos causados por el consumo de drogas, fue asesinado por medio de una mecánica que sus restos no revelaron. La compleja autopsia apenas alcanzó para determinar la data aproximada del deceso, el que situó entre la mañana y la tarde del domingo 5.
También la labor forense sirvió para confirmar que solo una persona experta en el uso de cuchillos pudo descuartizar el cuerpo y que los cortes denotaron que la herramienta utilizada no fue quirúrgica.
Ultimas horas
Provenzano se había distanciado de su círculo familiar y había decidido en el último tiempo trasladarse al centro de la ciudad, donde se le conocen distintos domicilios.
Hasta el viernes anterior a su desaparición, había vivido en un departamento de Falucho y Buenos Aires en compañía de otro amigo. De allí se fue tras una discusión, aunque ese conflicto ya fue analizado por los investigadores y descartado como hipótesis.
En la tarde del sábado 4 estuvo reunido con otras personas de la calle en la zona de Plaza Mitre, probablamente consumiendo algún tipo de sustancias o bebidas alcohólicas. Ese dato fue acreditado ya por algunos testimonios, al igual que la presencia de Provenzano por la noche frente al bar musical Casa Rock, de Córdoba y Alberti.
El fiscal Pellegrinelli solicitó las cámaras de seguridad municipales, particulares y comerciales para intentar localizar a Provenzano en la madrugada del domingo. Sin embargo no pudo ser detectado en ninguna de las revisiones realizadas por el personal policial y judicial, según trascendió.
Por otra parte, los videos registrados por las cámaras próximas al lugar en el que aparecieron los restos tampoco dieron un aporte gravitante para el avance de la investigación.
Relaciones
El caso es de compleja resolución por la cantidad de relaciones ocasionales o transitorias que tenía provenzano en función de su estilo de vida. Conocía muchas personas por poco tiempo y no sostenía vínculos, revelaron las fuentes consultadas.
“Lo único que podemos inferir es que la persona que intervino el cadáver es alguien con destreza para ese tipo de faenas”, comentó el fiscal Pellegrinelli sin entrar en más detalles al repecto.
Entre las relaciones ocasionales llamó la atención de los investigadores un hombre mayor de edad referida por otros conocidos Provenzano. Ese individuo vivía en un departamento del edificio ubicado sobre la Galería Sacoa y existía certeza de que la víctima había estado allí alguna vez.
Por eso Pellegrinelli pidió una orden de allanamiento para requisar el lugar y dicha diligencia, realizada el viernes último, no fue positiva. De todos modos, personal de Policía Científica levantó algunas huellas para analizar. En relación a esa persona, se la puso en estado “no localizable” por el momento.
Hubo otras dos hipótesis descartadas. Una derivada de un elemento que en estas tres semanas estuvo en el foco de los investigadores y que fue un comprobante de operación bancaria hallado en una de las bolsas. La titular de esa cuenta fue identificada y descartada cualquier lazo con Provenzano.
La otra línea de trabajo fue la de la posible intervención de una secta. “Llamó la atención que a una mano le hubieran mutilado un dedo. Parecía un mensaje”, dijo una fuente. Sin embargo, los familiares y una ex pareja de Provenzano dijeron que no participaba en ningun actividad de ese tipo.